La semana más importante en la historia reciente del Valencia

Empieza la semana más importante en la historia reciente del Valencia por todo lo que puede deparar. ¿Que es demasiado? Bueno, todo siempre depende de cómo se mire, pero si en verano, después del año que pasamos la campaña anterior, con el equipo campeón de Sevilla en 2019 deshecho, y con una política deportiva de mínimos en el mejor de los casos, nos dice que nos vamos a jugar el pase a una final, en Mestalla, y teniendo que ganar “simplemente” por 1-0 al Athletic de Bilbao, y habría sido para pellizcarnos. Y fuerte además. Hay que contextualizar las cosas para poderlas explicar bien, y que esta plantilla pueda jugar un partido como el del 23 de abril, de nuevo en Sevilla, tiene un mérito que no sé si llegamos a tener claro.

¿Que no hemos eliminado a “nadie” y ellos al Madrid y al Barcelona? Es que hay un bombo en el que se deciden los cruces, y contra eso, nada se puede hacer, dicho sea de paso. El valencianismo vive un momento en el que una final, y no quiero decir ya un título, le daría un espaldarazo que ahora mismo necesitamos por muchos factores. Alguno que tiene la brújula estropeada dice que esto sería malo para la lucha que se tiene contra Meriton, que es para volverse loco, pero quien siente el Valencia de verdad sabe que un título, que jugar una final, que pasar a ella en Mestalla, tiene una seria de valores que están por encima de muchas cosas.

Y cuando encima es algo absolutamente inesperado como sería ahora, todo cobra un cariz mucho más trascendental. Es una semana, al menos hasta el miércoles, en la que todo puede pasar, en la que las cosas no se tienen que explicar, simplemente vivir, y en la que debemos dejarnos llevar por las emociones, porque al fin y al cabo, nuestra pasión por el Valencia es eso, algo que va mucho más allá de la mera razón.