Canalizar la presión, un estímulo para el Valencia

Hacía mucho tiempo que el Valencia no recibía tantas críticas y presión desde el exterior, es el momento de utilizar la injusticia como un acicate para llegar a la final

Jose Hernández | 28 FEB. 2022 | 08:00
Athletic-Valencia

La previa de la semifinal de copa se ha convertido en una auténtica batalla de declaraciones y críticas hacia el juego del Valencia, el fuego cruzado lanzado desde Bilbao desde el momento de pitido final de la ida se ha convertido casi en una situación grotesca. Lo peor no son las críticas de Marcelino, los jugadores o incluso el presidente rojiblanco, sino que gran parte del "mundillo futbolístico" ha terminado comprando el discurso y el arbitraje estará muy condicionado. Las quejas se han alargado demasiado y el miércoles se vivirá un duelo de mucha tensión.

El Valencia es una plantilla muy joven, y por ello el Athletic ha utilizado esta estrategia más propia de un club pequeño que de una entidad de la historia y tradición del club bilbaíno. Es momento de ver la escena desde prisma valencianista e intentar canalizar todas estas críticas para sacar rédito. Si los jugadores no se dejan llevar el equipo puede lograr que se produzca el efecto contrario y aumenten las ganas y la motivación. No hay que mezclar la ambición con el exceso de revoluciones, el Valencia se clasificará o no por fútbol y no por otros factores.

Y fútbol es utilizar todas las armas deportivas que estén al alcance, y aunque esto duela a Marcelino o a los jugadores fútbol es también jugar con el crono y los parones. Hay que ser muy tierno para pensar que el Athletic no intentará ralentizar el partido si logra un marcador favorable durante el encuentro. Eso sí, de antemano ya se le ha colocado al Valencia la etiqueta de equipo antideportivo y a Bordalás el estigma de "personaje" que hace daño al deporte y lucha con armas ilegales. Tremendamente injusto, aunque el vestuario se tiene que conjurar para tapar muchas bocas.