Sólo con que el Valencia le ponga corazón no basta

El Valencia - Sevilla no podía tener un comienzo, sin rodar el balón, más explosivo. Bordalás dejaba fuera a Maxi por diversas cuestiones, y el entorno ardía ante la noticia de una posible salida del charrúa. Once revolucionario, con 3 centrales, incluyendo a Cristhian, y dejando a Racic fuera… sin estar Wass. Salía con brío el Valencia, muy intenso desde el saque de centro. Pero todo el trabajo de salida se fue al traste en ele minuto 7, cuando en una buena jugada por banda, Diakhaby, al intentar anticipar el remate de Mir, se metía gol en propia meta. Todo más en contra aún. En el 12, Cillessen salvaba con una gran parada lo que se cantaba ya como el 0-2 al saque de un córner. Pero fue el último servicio del holandés, que poco después caía lesionado, una vez más. Jaume debutaba en Liga en la presente temporada. Más contratiempos en menos tiempo era muy complicado. Pero el equipo no perdía la cara al partido, y quizá de forma poco ordenada, buscaba el empate. Un par de buenas arrancadas hacían merodear el gol sobre el minuto 25, pero faltaba contundencia en el área rival.

En ese momento, Bordalás cambiaba sistema y metía a Diakhaby de medio centro junto a Guillamón. De alguna forma era el mejor momento del equipo en el encuentro. El encuentro se jugaba en el área del Sevilla, pero le faltaba al equipo ese tipo que hiciera bueno todo ese despliegue ofensivo. Guedes estuvo a punto de hacer el empate de falta directa en el 36, pero el portero sevillista reaccionaba a tiempo. En la siguiente jugada, Rafa Mir mandaba un derechazo al palo en una jugada aislada sin aparente peligro. Otra contra del rival por la derecha dejaba un remate franco a Rakitic, que Jaume salvaba con una buena parada. Y en el 43, esta vez sí, una gran jugada por la izquierda del Valencia, un centro perfecto de Gayà, y un remate de cabeza de Guedes como si fuera un 9 a la antigua usanza. Un auténtico golazo para empatar el encuentro. El final de la primera parte caliente, con entradas fuertes, tanganas… pero con el Valencia en el partido. Al descanso 1-1, y ls sensación de haber Vito a un equipo dando la vida en cada balón.

La segunda parte empezaba con cambios. Cristhian se quedaba en el banquillo y entraba en su lugar Toni Lato. Había cambio de sistema y el arranque era mucho más calmado que en el primer acto. No entraba mal el Valencia, y de hecho, generaba peligro en el área rival. Bordalás por fin veía en el campo a su doble lateral, aunque con detalles, y el equipo parecía cómodo. Pasado el minuto 60, la presión que seguía haciendo el Valencia para no dejar jugar al rival era brutal, y el público arropaba el gran trabajo que se estaba haciendo. Llegando al 70, el partido pedía cambios, porque el esfuerzo había sido grande, y se necesitaba una marcha más para poder tener opciones de ganarlo.

Y en el 75, Thierry Rendall daba su puesto a Marcos André, lo que suponía otra alteración en el dibujo del equipo. Y sobre todo, más piernas en los locales. Se entraba en los últimos 10 minutos con todo abierto, ya que ambos equipos parecía que se habían guardado fuerzas para ese tramo final del choque. En el 84, Corona estaba a punto de hacer el 1-2, pero la salida de Jaume le dificultaba el remate. Justo después, Racic entraba al campo por un cansado Musah. En el 88, Gayà veía la segunda amarilla (lo era, la primera quizá no), y complicaba mucho el final del encuentro. Pero de ahí y hasta el final no se jugó nada, y el encuentro acabó con un reparto de puntos justo.