Lo que le va a costar al Valencia el Nuevo Mestalla

¿Cuánto le va a costar al Valencia el Nuevo Mestalla? Estamos asistiendo a un serial que no tiene sentido, y que se parece más a una charla en torno a una cerveza con amigos en un bar (en terraza mejor, por los tiempos que corren), que algo serio y contrastado. Partamos de una serie de bases que es poco menos que obligatoria decir antes de hablar: Meriton ha sido una vergüenza respecto al estadio, ya que en 7 años no ha movido un dedo (lo mismo que todos desde 2009), y al final va a poder terminar la obra iniciada en 2006 con dinero ajeno, vía el acuerdo de la Liga con CVC.

Realmente no es ajeno, porque si es un préstamo no es que lo den a fondo perdido, pero no entremos en detalles que la gran mayoría no le va a hacer ni caso. “Si sólo gastamos 80 millones es un campo de mierda, porque el Atlético de Madrid se gastó 310 en el Wanda Metropolitano”. Esta “verdad”, que empieza a ser jaleada por periodistas, algo muy peligroso, es tirar gasolina al fuego sin que tenga sentido alguno. Pero cuando vamos todos en procesión y cegados en un rumbo concreto, no hay forma de parar nada. Mark Fenwick, arquitecto del Nuevo Mestalla (un tipo que habla perfectamente español porque está casado con una malagueña, y es muy accesible), me dijo hace unos años algo que podría ser importante ahora: “el hormigón no caduca, no es un yogur”.

Y este señor, posiblemente, sabe más de estas cosas que cualquiera de nosotros. Ah, y no lo contrató Peter Lim. El Valencia lleva invertidos más de 150 millones en el Nuevo Mestalla. Si metemos 80 más, nos iremos a más de 230. Y si aún quedaran 20 más por gastar, superaremos los 250. No justifico nada, que no soy quien debe dar explicaciones, sino que pido que seamos rigurosos, porque sin eso, lisa y llanamente estamos mintiendo a la gente. Esperemos que esas obras empiecen de verdad en septiembre, que sería muy importante por todo y para todos, y que dejemos ya de guerras absurdas basadas en nada. El relato no lo justifica todo. Ah, y Lim go home, que eso no lo cambia nada, ni decir la verdad.