Gonçalo Guedes sabe el camino que tiene que seguir para ser un gran jugador: de él depende

La relación de Gonçalo Guedes con José Bordalás puede hacer mucho mejor equipo al Valencia. Solemos ver, siempre los que estamos fuera y desde el sofá de casa, que se castiga a jugadores, que se les señala, que se les riñe de forma pública… ante argumentos como que pasa, que no está centrado, que se dormido en los laureles. Repito, desde fuera todo es fácil, sencillo, normal. Luego hay que estar dentro y mirarse a los ojos, pero ciertamente, para eso ellos son profesionales y ganan el dinero que ganan. Centrándome en el tema, no creo que Bordalás está “puteando” a Guedes, ni que el luso se haya vuelto a ir del mundo, como hacía antes.

Lo más importante de una relación como esa es que el técnico sepa qué teclas tiene que tocar según en qué momento estamos. Vamos, la dificultad de no hacer las cosas desde el salón de casa y mojarse los pantalones pisando todos los charcos habidos y por haber. Entiendo que Guedes será la gran venta del Valencia el verano que viene, porque le queda un año de contrato, porque no se ha hecho un solo movimiento para su renovación, y porque el club debe hacer una cantidad de dinero en caja y no lleva idea de hacerla con Soler, Gayà o Guillamón, por ejemplo.

Pero en esta película, todos los actores saben que tienen que dar lo mejor de sí mismos. Bordalás porque no puede dejar pasar el mayor talento del equipo. Guedes, y por extensión Mendes, porque saben que deben dar su mejor versión para ir a un equipo grande cuando se abra la ventana del 1 de julio. Y el propio porque a corto plazo lo necesita para poder luchar por Europa, y a medio para poder cuadrar unas cuentas que son las que son, y todos sabemos cómo pintan. Me gusta lo que hace el técnico alicantino, y ahora mismo sólo espero que le salga bien, por el bien de todos.