Nadie es más o menos valencianista en función de lo que piense o haga

Nadie es más valencianista que otro por su forma de pensar o por lo que haga o deje de hacer. Ese concepto, que yo mismo he utilizado y por lo que me siento avergonzado (ya lo he dicho muchas veces), no nos puede volver a separar. O hacerlo un poco más de lo que ya lo estemos. Una de las riquezas del Valencia radica en su universalidad, en que cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre, y que es posible que el único nexo de unión que tengamos sea un escudo, una camiseta, un sentimiento heredado de padres a hijos.

Y desde ahí, cada uno vemos una realidad, que siendo objetivamente la misma, es distinta para cada uno de nosotros. Y si el de al lado tiene una perspectiva distinta a la mía, ni es mejor ni es peor, simplemente es un valencianista que piensa de otra forma. Nada más. Porque si vemos juntos un partido del equipo y marcamos un gol, nos acabaríamos abrazando. Va a ser una semana de caza de brujas, lo tengo claro desde el día que se convocó la manifestación del sábado. Porque hay gente deseando señalar a otra gente por todo lo que acabo de decir. Y aquí sigue habiendo muchas cuentas por ajustar, y nadie va a dejar pasar la oportunidad, y más con el clima social que se está viviendo.

Cada uno que haga lo que quiera, faltaría más, y que se cuide mucho nadie de señalar porque otros actúan de forma distinta a la suya, porque entonces, quizá el señalado tenga que ser él. Si puedo ir, iré, o me pasaré, porque no iba a estar en la ciudad ese fin de semana. Pero hasta que llegue el día, apoyaré la cita, le daré todo el eco que modestamente pueda darle, y animaré a todo aquel que no lo tenga claro a ir. Y siempre respetando al que me diga que allí no se le ha perdido nada, porque ese también es del Valencia.