Un entorno tóxico en el Valencia por culpa de todos

En el Valencia vivimos en un entorno cada día un poco más tóxico, más malvado, más podrido. Toda la vida, porque esto ha pasado siempre, cada uno ha tirado para lo suyo, defendiendo sus intereses, pero con una máxima que era inalterable: el equipo tenía que ir bien, porque de alguna manera, era la gallina de los huevos de oro. Hace muchos años, pero muchos, en una charla por en aquel entonces capitán del Valencia, un tal Rubén Baraja, hablábamos de un tema que de tan evidente parece torno.

“Toni, ¿tú prefieres al Valencia en Champions o en UEFA?”. El contexto, deportivo, era mucho más complejo, pero al final, un tío de Valladolid, que más de 10 años después sigue viviendo aquí y es leyenda de este club, tenía más claro que cualquier de nosotros lo que debía pasar. No quiero responder por nadie, pero igual, tal vez, si al Pipo le preguntaras por la renovación de Gayà y Soler, es posible que razonara de distinto modo a Cañizares. Y repito, sin estar de acuerdo, entiendo parte de lo que decía el ex portero. Pero lo hemos retorcido todo tanto, a tal nivel, que da fatiga, asco, mucha pereza. Voy a confesar que he podido volver a la radio varias veces, que todas las semanas, buenos amigos se acuerdan de mí para ir a la televisión, pero mi cabeza, que siempre ha sido guerrera y no se ha rendido nunca, ha dicho basta.

Y como la mía, la de muchos amigos, buenos valencianistas, que cada vez más dan un paso a un lado. No por Meriton, o al menos no sólo por ello, sino por todo el circo que hay ahora mismo alrededor, con una guerra descarada por tener razón y destrozar y humillar al que no piensa igual. Hay una generación de valencianistas que está creciendo respirando este aire, y tengo muy claro que eso no es bueno para nadie. Pero tampoco veo hacer grandes esfuerzos por cambiar una situación que es tan evidente. Al menos para algunos.