Mucha calma en el Valencia con Carlos Soler, en todos los sentidos

“Desde la lesión, Carlos Soler no es el mismo”. La cantinela ya la empecé a escuchar el domingo por la noche durante y después del partido contra la Real Sociedad en San Sebastián. Pero es que claro que no es el mismo, porque el Soler que se lesiona es el mejor jugador de la Liga en ese momento, y se nivel no se recupera de la noche a la mañana, y más cuando has tenido que forzar la recuperación para poder ayudar a tus compañeros. También ha cambiado el sistema y la forma de jugar, y a él se le ve arrancar de más atrás, un poco más lejos del área, y eso repercute en su lucimiento, aunque ayuda al global del equipo como estamos viendo en estos últimos partidos.

Soler es el mismo, eso no lo podemos estar cuestionando cada dos por tres, pero es evidente que necesita jugar, que necesita volver a sentirse bien y necesita entender cómo funciona a el Valencia, que es distinto al que empezó la Liga, aunque mantenga ciertas cosas iguales. Ya no es entrar en el debate cansino de dónde debe jugar, que está más que claro, de interior derecho, con llegada y trabajando arriba y abajo, sino en su estado de gracia y su forma física. Soler marca un gol inverosímil de espuela antes de caer lesionado, y ahora le cuesta hacer dos regates en la misma jugada.

¿Eso es un problema? Hombre, es una conciencia y otra cosa que empieza por “p” y que Bordalás es el primero que la sufre, pero sin jugar y jugar, el nivel que tenía no va a volver solo, eso lo saben perfectamente los profesionales de esto, que para eso lo son. Ni media crítica a Soler viendo fantasmas donde no los hay. Y si por casualidad sigue algún partido más así, que nadie empiece a pensar en sacar la renovación como tema para atizarle, que aquí nos conocemos todos de toda la vida, y los argumentos siempre son los mismos.