La Junta de Accionistas del Valencia más importante en años

Las Juntas de Accionistas del Valencia, desde que cubrí la primera allá por 1996 en la Fonteta, es una de las cosas en las que más tiempo he perdido de mi vida. Es una frase que he usado muchas veces en mi vida, porque en demasiadas ocasiones vi cómo aquella cita era usada para el lucimiento personal de algunos, el hecho de tener algo de foco para otros, el momento para conocer a gente siempre anónima, pero donde jamás escuché una solución respecto a ningún problema que tuviera el Valencia en el momento de producirse.

Pero sí que es cierto que, de un tiempo a esta parte, aunque se tiene un peso exiguo en el futuro de la entidad, porque Meriton pasa el rodillo en cada votación, esta Junta se ha convertido en otra cosa, en algo muy distinto, y que me perdonen los que sí se lo tomaban muy en serio (recuerdo muy bien los enfrentamientos de Ximo Ríos Capapé con los que mandaban, y fueron varios), sirven para muchas más cosas. De momento, va a ser la vuelta a una Junta presencial, no como el año pasado, que debido a la pandemia (aunque también esto fue criticado), fue telemática.

Aunque eso sirvió a Meriton para no contestar a nada de lo que se le pasó por escrito, algo que responde a una falta absoluta de educación elemental, amén de societaria. Una Junta es el órgano máximo de una SAD, y aunque hay un consejo de administración y unas acciones, lo cierto es que todos los que tenemos algún título, los que no hemos vendido nunca, somos también dueños, y se nos deben dar explicaciones que vayan más allá de tratarnos como si fuéramos borregos. Murthy va a tener que tragar quina varias horas, y dar la cara para que se le pongan “colorá”, pero se lo ha ganado con creces. Ahora falta ver si el club anuncia algo importante ese día, porque tengo claro que la contra programación está lista.