"El Valencia se muere"

“El Valencia se muere” es una frase que, con 47 años que tengo, he escuchado demasiadas veces. Y es posible que por ello me genere menos efecto del que debería, un poco como el cuento del lobo. Y quizá me ocurra que un día sea verdad, como podría ser ahora, y no le preste la atención debida. No voy a negar todo esto porque ciertamente puede ser así, pero una frase como esa, que destila contundencia y miseria, y mucho miedo, es algo que deberíamos refrendar de un modo mucho más contundente.

Repito que escuché atentamente la rueda de prensa de Libertad VCF, y hubo cosas que me parecieron interesantes, creo que están metiendo la cuchara en temas importantes, pero al mismo tiempo entiendo que determinados mensajes, como este, tendrían que tener mucha más base, más allá de que Meriton sea un desastre absoluto, que haya gestionado como el orto y que nos saquen de nuestras casillas día sí y día también. La frase “el Valencia se muere”, en los tiempos que corren, es muy peligrosa. Primero porque tiene mucho viso de ser real, y segundo porque, en un entorno que está de los nervios, cala rápido. ¿Estoy diciendo que no sea necesariamente cierto?

No, lo que digo es que esto se lo he escuchado a otros, en otros tiempos, y alguno incluso está cerca de determinados grupos que ahora están trabajando para intentar echar a Lim. El Valencia está tocado, mucho, eso es evidente y no hace falta que nadie venga a decirnos que es así. Pero la expresión “se muere” se me antoja demasiado grande, muy amplia, y posiblemente no sea exacta del todo, a Dios gracias, dicho por otra parte. Todo lo que se haga para cambiar el orden de las cosas actuales me parece bien, por supuesto, pero vamos a ser sensatos con todo.