Cristian Rivero: si quiere ser portero, debe salir del Valencia en enero

Si Cristian Rivero quiere ser portero de fútbol profesional, en el Valencia o donde sea, tiene que jugar. No puede ser que se pase otro año más en el banquillo, o de tercer portero, y por eso, cuando se tenía claro que Mamardashvili había irrumpido con una fuerza que no se recuerda, lo lógico era sacarlo lo más rápido posible. Quizá fue tarde, no lo podemos poner en duda, pero quedándose en la plantilla no gana nada, sino todo lo contrario. Y sus agentes, con todo el respeto del mundo, lo que deberían estar haciendo con la ayuda del Valencia, es buscar un sitio para enero donde pudiera tener minutos de la forma más garantizada posible.

Y eso incluye ampliar las miradas, y no ver sólo Primera o Segunda, o simplemente España. No deja de ser un chaval de 23 años que apenas si ha jugado 48 partidos en Segunda B en más de 4 temporadas, y otros 4 de Copa del Rey contra rivales de la misma entidad menos el que tuvo que disputar frente al Sevilla el curso pasado. Tiene que jugar, y eso, en el Valencia, normalmente no va a pasar. Y me da igual si es el tercero o el cuarto portero para Bordalás, porque eso no cambia las cosas. Hay que mirar por el futuro del chico, que encima renovó su contrato hace unos meses.

Ya en ese momento, lo más lógico era haber pedido salir cedido, porque tampoco iba a tener el cartel de titular sin incluso la irrupción de Mamar. Eso sólo ha sido un factor más que le ha condenado si cabe con más dureza. Ha de salir, ha de jugar, debe hacer portería, porque es la única forma de aprender, de crecer, de mejorar, de ser portero profesional en definitiva. Sé que Javi Garrido, su agente, el mismo que Kang in Lee, se va a enfadar conmigo, pero él sabe que tengo razón y que si fuera cliente mío, sería lo que le aconsejaría que hiciera.