La venta del Valencia, a pesar de todo

La venta del Valencia por parte de Peter Lim, otro de esos extraños casos en el que temas que son la actualidad más rabiosa, basada en hechos más o menos reales, pasa al cajón del olvido. A lo más profundo del mismo, dicho sea de paso. Durante muchos meses, los que el equipo estaba peor, casualmente, se dijo hasta la saciedad que los empresarios valencianos venían a comprar a Meriton el 85% de sus acciones del club. Se montaron varias plataformas, algunos personajes volvieron a emerger, otros montaron campañas a medida con vaya usted a saber qué intereses…

Y pasado el tiempo, lo único que ha pasado de verdad es que Libertad VCF hizo un trabajo encomiable buscando el 5%, y que encima no lo ha podido conseguir. Y que el clamor en la calle, que existía, no haya cesado, porque no tendría sentido, pero sí se ha atemperado de una forma más que notable. Eso sí, lo único que no ha cambiado es la posición del máximo accionista, que sigue siendo la misma. ¿Pero cuál es?Que si alguien se presenta en Singapur con 300 millones de euros por sus acciones, Peter Lim vende, es algo evidente. Y que él no hace ascos a que gente de un determinado perfil le llame, tampoco.

Si nos atenemos a números, y su fortuna oscila entre 1800 y 2000 millones de euros, podemos ver que tiene cerca de un 10% de la misma invertida aquí entre compra de acciones y préstamos que tiene dados. ¿Eso qué quiere decir? Que es obvio que el Valencia es un negocio, no lo ha negado nunca, y que de alguna forma debe sacarle rédito para no vender. Y el rédito no tiene que ser necesariamente dinero, que es donde la ecuación entra en un punto oscuro que nadie puede despejar. Nadie se acerca a lo que Lim quiere para el Valencia, y menos los que se han postulado de forma pública para ello. Entre otras cosas, porque si alguien quiere de verdad comprar un club, jamás sale a los medios… hasta que no lo tiene hecho.