Lim es el culpable, debe irse del Valencia, y yo quiero que gane cada partido

Al enemigo, común, ya lo tenemos claro, aunque la manera de que salga es otra historia, pero el equipo debe estar siempre al margen

Toni Hernández | 08 AGO. 2021 | 08:30
Peter Lim

Peter Lim es el único culpable de todo lo que pasa en el Valencia actual. Por tomar decisiones que son un desastre o por dejar que las tomen otros, que al final es lo mismo. Es el máximo accionista de la entidad, con el 85% de los títulos, y aunque nos neguemos a darle el “título” de dueño, lo bien cierto es que lo es, y por ello, es a quien hay que pedirle explicaciones de todo. Anil Murthy es una pieza del engranaje, sinceramente, nadie demasiado importante salvo por el hecho de que ostenta un cargo que debería ser sagrado y que él ha llevado a cuotas de desprestigio que nadie ha sido capaz de alcanzar en más de 100 años de historia.

Meriton y todo lo que representa debe salir del Valencia, si es hoy mejor que mañana, y en eso, nadie está en contra. Otra cosa es que algunos pensemos que eso no se hace con manifestaciones o en las redes sociales, sino con muchos millones de euros, pero eso, simplemente, es tener puntos de vista distintos sobre la misma situación. Nada más, aunque algunos lo conviertan en bandos. Y además de pensar todo eso, como cualquier valencianista, quiero que a mi equipo lo entrene un buen técnico, que firme buenos jugadores y que gane partidos, Incluso si siguiera Peter Lim como máximo accionista y Anil Murthy como presidente. Porque cuando juega el Valencia, a mí no me sale pensar en quién manda, sino en conseguir la victoria, y así llevo más de 47 años y sin pinta de que la cosa pueda cambiar.

Todo es compatible, incluso el deseo de que el 100% de los abonados renueve su pase, y el día que se pueda, reviente el estadio con gritos en contra de la propiedad. El Valencia, el club, la entidad, su presente y su futuro, están por encima de todo, y aunque insistimos en el concepto de que estamos condenados, eso sólo pasará el día que a todos nos dé igual. Y eso no llegará nunca… si todos no queremos que llegue.