Un Valencia fuerte que se haga respetar

El Valencia tiene que ser un club fuerte que se haga respetar a base de valores sólidos e identificables por parte de todos. Los primeros, nosotros. Y está muy claro que ahora mismo estamos muy lejos de poder presumir de ese estado de las cosas, lo que por supuesto tiene consecuencias en forma de trato mediático o incluso de otros clubes. Aquí se huele la debilidad como los tiburones la sangre, y eso desemboca en que haya mucho personaje que piense que hay barra libre para todo.

Lo estamos empezando a ver porque todo el mundo mueve sus fichas. En lo poco que llevamos de mercado, que oficialmente no ha empezado, nos hemos encontrado con que el hecho de que Alcácer vuelva al Valencia mejoraría la reputación de la propiedad entre la afición (literal) o que el padre de Guedes, ese que ha estado casi 3 años desaparecido, diga que el portugués está de más en el Valencia. Incluso cabría eso de que Wass diga que habrá que ver cuándo es el momento de volver a casa.

Todo esto es fruto de nuestra propia debilidad, porque así lo transmitimos con nuestros actos y con nuestros silencios. La prensa tampoco podemos ejercer de defensores de nadie, porque el único que puede hacerlo es el propio Valencia. Me consta que hay gente dentro que lo intenta cada día, pero cada paso cuesta un mundo, y ahora mismo ya se conformarían con poder abrir los comentarios en las redes sociales. Pero si no somos fuertes, nos van a seguir pasando estas cosas... y otras más desagradables.