El debate sobre el estilo de juego del Valencia

El Valencia 2020-21 ha sido un equipo con pocos matices tácticos, Gracia se ha movido en el 4-4-2 y a menudo recurriendo a las mismas soluciones a pesar de que al equipo le costó encontrar resultados. Está claro que el contexto en el que le ha tocado trabajar ha sido duro, pero dentro de ello se ha demostrado que la plantilla ofrece más recursos de los que se piensa. Los fichajes no le han convencido en vistas de los pocos minutos que tuvieron, y queda la sensación de que algunos jugadores son más aprovechables.

Sería una sorpresa que Gracia continuase la próxima temporada, y en el club ya debería haber un debate interno sobre la idea futbolística que se quiere instaurar de cara al futuro. Nos enfrentamos a temporadas en las que el Valencia tendrá que resistir con una economía de guerra y mucha imaginación, por ello es obligado trabajar mucho mejor desde una dirección deportiva preparada y cuidar detalles como la cantera o el mal momento del filial, si el Mestalla fracasa en la parte final de la temporada tendríamos un problema añadido.

Pero nos referimos sobre todo a la figura del próximo entrenador. Al Valencia siempre le fueron bien entrenadores que hicieron del trabajo, la presión y la solidez defensiva su decálogo. En ese sentido, Bordalás sería un entrenador que encajaría, pero obviamente al alicantino no se le ha visto en un club importante, y en Mestalla habría que pedirle mucha más riqueza táctica que la que puso en liza en Getafe. Es precisamente lo que le ha faltado a Gracia esta temporada. El debate futbolístico dentro del Valencia tiene que ser profundo, y sobre todo caminar en busca de una idea definida que va más allá de los nombres. A partir de esas bases se podrá empezar a crecer y a recuperar parte de la grandeza perdida.