Me niego a que engañen: yo sé muy bien qué es el Valencia

Nadie me va a decir qué es el Valencia, y menos a estas alturas de la vida. Con casi 47 años, desde que nací siendo aficionado, peñista, socio y accionista, y durante más de un cuarto de siglo, periodista, a mí ya no me engaña nadie. Llevo unos días observando, como siempre, la actualidad del club, su entorno, su análisis de la realidad. Veo cómo se mira a esa supuesta llegada del Príncipe de Johor, a esa presunta oferta de empresarios valencianos a Lim, al futuro del club...

Me tiene muy harto todo ese sector que quiere seguir siendo un alma en pena, que recuerda cada 10 minutos que este es el peor Valencia de la historia, que se repite hasta la saciedad "lo que hemos sido y lo que somos", los que destrozan en cada partido a algunos jugadores pero no a otros, en función de sus filias y sus fobias, los que exigen a Lim que pague toda la fiesta pero que luego venda por 50 kilos no sabemos ni a quién, pero que luego ponen malas caras a Tunku Ismail, que tampoco sabemos de qué pie cojea...

Aquí cada uno tiene su bando, defiende una bandera, y no veo que sea la del Valencia en ningún caso. Que Lim está acabado aquí es evidente, por muchas cosas. Que el relevo debe ser alguien de mucho nivel en todos los sentidos, lo mismo. Que aquí hay muchos moviendo el culo para salir en la foto, tres cuartos de lo mismo. Ya pasó en 2014 y vuelve a suceder ahora. El Valencia es de nuevo una excusa y no un fin en sí mismo. Pero es que encima nos pretenden explicar qué es nuestro club. Se os ve venir a kilómetros con las luces apagadas.