Los asuntos pendientes que tiene el Valencia del Príncipe de Johor

El Valencia tiene muchos asuntos pendientes en el corto y en el medio plazo. Tanto de índole deportiva como económica y social, y desde luego, estructural, que el Nuevo Mestalla hay que acabarlo, o al menos, empezar a terminarlo. No sabemos, al menos aún, qué funciones va a tener el Príncipe y su gente de confianza, y qué papel va a jugar desde ese momento Peter Lim y la suya, pero lo que queda muy claro es que hay cosas que se deben hacer.

- ¿Quién será el entrenador? Javi Gracia tiene contrato en vigor hasta el 30 de junio de 2022, y hay que ver qué pasa con él. Con Meriton era muy complicado seguir y con Murthy más, ¿pero esto lo cambia todo?

- ¿Seguirá Corona como director de fútbol? El Príncipe se trae a su gente de confianza en ese aspecto, es complicado, pero veremos si sigue teniendo sitio en la estructura. De hecho, se va a analizar a la gente que trabaja ahora para ver si tienen cabida.

- ¿Qué ventas se van a hacer? ¿O no habrá? Hay que cerrar traspasos por unos 30 millones de euros, créditos de Peter Lim al margen. ¿Cambia todo con la llegada del Príncipe? ¿Se va a capitalizar la mercantil de otro modo? ¿Habrá que pagar a Lim?

- Nuevo Mestalla: ¿forma parte de sus competencias? Porque en ese caso, hay dos cuestiones esenciales que se deben acometer. Por un lado la venta del actual solar de Mestalla, las famosas 5 pastillas, y por otro, invertir 120 millones de euros para terminar el nuevo. ¿Se piensa hacer?

- Deuda del club: es un asunto delicado que se debe tratar, y que va de la mano con el Fair Play Financiero. La salud económica del Valencia va ligada a su capacidad para poder tener mejor equipo. ¿El Príncipe también estará al mando de esto?

- Crisis social: el entorno está alejado del Valencia de Meriton, por muchas circunstancias. Pero no deja de ser el Valencia. ¿Cómo se puede acortar ese alejamiento y volver a poner el club al lado de la gente? Otra cuestión vital.

Si resolviera todo esto, ya sería un éxito sin precedentes... pero es obvio que esta tarea, esté quien esté, la tiene que poner en marcha y llevarla a buen puerto.