El debate sobre Correia trasciende el fútbol, y eso es malo

El bueno pasa de puntillas, lo malo se eleva al cielo, y al final olvidamos que es un activo del club, y que el chaval no tiene culpa de nada más

Toni Hernández | 13 ENE. 2021 | 08:00
Thierry Correia

Correia es un gran proyecto de jugador o un paquete como la copa de un pino. Con el lateral derecho portugués no hay medias tintas, porque lo trajo Jorge Mendes a cambio de 12 millones de euros, que fue una barbaridad absoluta, y eso lo condena de antemano. Da igual lo que haga o lo que deje de hacer, le vamos a ver las pegas y no las virtudes, que las tiene. Cuando haga un buen partido diremos que es su obligación y que no es para tanto, y cuando sea al revés lo querremos colgar del palo mayor. De entrada, yo no habría traído a Correia cuando se lesionó Piccini.

Mucho menos habría pagado tal cantidad de dinero por él. Pero de ahí a destrozar al chaval de forma impune y permanente por todo ello, media un abismo. “No es jugador ni para Segunda B”. Me gustaría saber cuántos de los que dicen esto han visto partidos de esta categoría, y cuántas patadas le han pegado a un bote en su vida. Correia es un chaval muy joven con unas condiciones enromes, que ha venido a un club muy complicado en un momento especialmente difícil, y de la mano de alguien señalado por todo.

Se nos olvida muchas veces que Pablo Longoria lo tenía en su filtro de fichajes para el lateral derecho del Valencia (aunque seguro que no por esa cifra), y que ahora mismo no es fácil jugar en este equipo porque no tienes margen de error, ni siendo veterano. No le pongo excusas, y soy de los que piensa que traer un lateral derecho sería muy importante, pero si ni cuando está bien, en Valladolid, le vamos a pasar un poco la mano por el lomo, y lo vamos a seguir apaleando igual, me pregunto qué es lo que queremos realmente. Porque en mi cabeza no cabe desear que todo aquel que se pone mi camiseta lo haga bien. Me debo estar haciendo viejo.