La hora de olvidar a Marcelino

En la misma semana hemos vivido dos resultados diametralmente opuestos del Valencia, la victoria en San Mamés dejó un gran sabor de boca mientras que el partido frente al Ajax inundó de dudas a la afición. En ambos encuentros se ha hablado de Marcelino. Tras el partido ante el Athletic se dijo que el equipo había ganado al estilo Marcelino, obviando muchas de las cosas buenas que se hicieron y corrigieron respecto a los dos empates frente a Getafe y Leganés. Tras la exhibición del Ajax el pasado miércoles (a veces nos olvidamos del gran partido en ataque que realizaron los holandeses) un sector de los aficionados culpó a Celades de la derrota, apelando al hecho de que: "con Marcelino todo habría sido distinto". Es evidente que algo así no podemos llegar a saberlo, pero también es cierto que si nos paramos a analizar la mayoría de partidos del Valencia de Marcelino ante este tipo de equipos, ni los resultados ni el juego fueron muy alentadores.

El Valencia tiene que mejorar en defensa y construir un bloque sólido desde atrás, pero no "a la manera de Marcelino". El asturiano es historia, con sus cosas buenas y malas (que también tuvo muchas, incluidos marcadores duros en contra y partidos en los que generó muy poco peligro) ya tuvo su momento. Lo ocurrido este verano ha hecho mucho daño al equipo, y el tiempo dirá si la decisión de contratar a Celades fue acertada. Pero lo único cierto es que seguir manteniendo a Marcelino en el debate y convertir su figura en un espíritu eterno para sus sucesores hace de todo menos bien. En Mestalla ya ocurrió con Benítez y las eternas comparaciones con el equipo del doblete. En septiembre de 2019 se abrió un nuevo ciclo y así debe entenderlo todo el valencianismo, desde los jugadores hasta el último aficionado.