A Mestalla con la ilusión de la primera vez

Acudir a Mestalla con la ilusión de la primera vez. Un sentimiento que no es fácil, porque no nos engañemos, todos los partidos no son iguales, pero en una semana en la que las cosas han ido razonablemente bien, en la que se ha conseguido la primera victoria en Liga y en la que se ha mantenido con vida al equipo en la Champions League sacando un valioso punto en Manchester (que bien pudieron ser tres), rematarla con un partido en casa ante el Barcelona es quizá la forma más adecuada. Sólo superada por ganar, por volver a sentir la satisfacción de vencer a esta gente, que llevamos más de 11 años sin conseguirlo en la competición de la regularidad y más de 10 en el total de competiciones. Que un chaval de 20 años no tiene recuerdos de haberlo vivido, y con eso se tiene que terminar, que no somos un equipo de segunda fila.

Y para eso es importante que el equipo esté bien, sin duda, que siga haciendo las cosas como pretende Marcelino García Toral, y que además salgan , que delante tendremos a Leo Messi y sus amigos. Pero también está en manos de la grada. Que todo el mundo que vaya a Mestalla lo haga con esa cara de ilusión de los grandes partidos, que a nadie se le apague esa fuerza que se tiene desde el año pasado y que convirtió este verano en uno de los más importantes de la historia reciente por muchos motivos. En ir al partido, al santuario, con la ilusión de la primera vez, porque es posible que para toda una generación, en cada de victoria, sea la primera ocasión en la que ven a su equipo ganarle al Barcelona. Una década muy dura la última, sin duda.