El Valencia está más cerca (vergonzoso pero real) del objetivo: la permanencia
Sin alardes, cumpliendo el expediente con una plantilla que no es tan mala como ha parecido estos meses, parece que la pesadilla se va terminando

El Valencia tiene (casi) conseguido su objetivo de este año: la salvación del descenso. Si, es triste, vergonzoso y vergonzante, y duro, muy duro de asimilar, y como consuelo puede quedar que si esto no tiene nombre, bajar a Segunda sería mucho peor, amén de una tragedia para el club a todos los niveles casi incalculable. Esto es lo que hay, lo que ha habido y lo que todavía queda, esperemos que poco, porque con la victoria frente al Leganés, y aunque quedan 42 puntos todavía por disputar, muy mal se tiene que dar todo para pasar apuros. Que nadie se ponga a mirar a ningún lado ahora, que ya sería el tercer amago de venirse arriba, y lo suyo es irse al Calderón a competir y disputarle el partido al Atlético de Madrid, algo casi inviable hace apenas dos meses.
La mejor racha del equipo, 9 puntos de 12, encima con una mejoría en el juego notable salvo momentos que costaron muy caros contra el Deportivo Alavés, incluso sobre poniéndose a las bajas, que siguen siendo muchas, como todo el curso. Nada de lo que haga el Valencia de aquí hasta el final va a borrar el desastre de año, pero ese colchón de puntos que sirve para zanjar la salvación es lo que debe permitir al nuevo director deportivo, José Ramón Alesanco, y su secretario técnico, Vicente Rodríguez, empezar a armar un equipo fuerte de cara al año que viene, y devolver al club a Europa, que es donde debe estar, y no sufriendo estas penurias que no tienen ningún sentido.