Gary Neville que sea despedido, pero los jugadores “habéis escrito con letras de mierda vuestro nombre en la historia del Valencia"

Gary Neville debería ser despedido “si el Valencia fuera un club normal” como dijo Fernando Gómez Colomer, que cobraba en su época como los cracks que ganaban Ligas cuando él no ganó nunca nada, y quizá tiene razón, el inglés no era la solución a Nuno, se ha convertido en un problema más duro que el portugués, aunque hay un diferencial notable desde que el luso se fue hasta hoy, especial y extrañamente en el partido del año en el Nou Camp: ¿dónde estaban los jugadores del Valencia?

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La hora y media de Barcelona es imposible de digerir, de tragar, de aguantar. La afición del Valencia tiene las tragaderas más grandes del fútbol español por mucho ignorante mesetario absurdo y estúpido, que ni sabe ni conoce, diga que no. Pero lo del partido de Copa no se puede tolerar, esto es un club de élite, de prestigio, que representa a mucha gente, que tiene casi 100 años, que es serio, grande y orgulloso. Neville a la calle, bien, vale, de acuerdo. Pero lo que ocurrió con los jugadores me hacía recordar la frase de Emilio Polo, compañero eterno de Onda Cero, cuando el descenso a Segunda: “habéis escrito con letras de mierda vuestro nombre en la historia del Valencia”.

El ridículo que tuvo que soportar la afición del Valencia, el que le toca porque esto va a ser largo, no se paga con dinero. Es difícil pensarlo, tragarlo, meterte en la cabeza que tu equipo, por el que no duermes, pueda llegar a avergonzarte de esa manera. No hay derecho, no tiene sentido, no hay forma de explicarlo sin que tu boca dispare insultos. Desde 2008, cuando el Barcelona ganaba 6-0 a un Valencia que se arrastraba con un Hildebrand insultando a sus compañeros, no había visto nada igual.

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Peter Lim, en una noche dura, quizá la más dura en muchos años, te confieso que te tengo una fe extraordinaria. Creo firmemente que eres lo mejor que le ha pasado al Valencia en la última década, y quizá para su futuro a medio plazo. Pero por la fe que te tengo, por favor, vamos a arreglar esto. Hay millones de valencianistas dolidos, hundidos, llorando y avergonzados, y ellos te piden lo mismo.