El folio de Peter Lim y el temor de Bankia a Salvo

Las filtraciones interesadas están copando los medios

Redactor Jefe | 23 ENE. 2014 | 10:19

A falta de poco más de 24 horas para que se celebre la asamblea informativa son muchos los medios de comunicación parece que son muchos los actores principales de la telenovela valencianista que tienen miedo a lo que vaya a decir Amadeo Salvo. Puede ser por ello que durante las últimas horas el goteo incesante de rumores y filtraciones asolan a los medios de comunicación.

Si anteayer se hablaba de que la oferta de Lim estaba descartada y eran los árabes los favoritos; ayer que Salvo presentó a Lim el día de la Junta; hoy es que la oferta de Peter Lim por el Valencia CF se ciñe a un escueto folio en el que dejaba claras sus intenciones. De hecho hay quien apunta que ni siquiera su oferta se tuvo en cuenta. Sin embargo, no explican que ese folio se amplió con un dossier que el propio Amadeo Salvo les hizo llegar tanto a Juan Carlos Estepa como a Angel Luis Moratilla, miembros de Bankia vinculados al proceso de venta. Documentos que también han visto los responsables de KPMG como Jorge Almagro y Juan José Cano.

No obstante, la acción de filtrar el primer documento -que no único- que el tándem Salvo-Lim han presentado para hacerse con el club no responde sino a un cabreo monumental de la entidad bancaria con el presidente valencianista. Temerosos de lo que pueda contar este viernes, amén de que pueda incluso llevar a los juzgados el proceso de venta, desde Bankia y la Generalitat se están desesperando hasta tal punto que tienen miedo a que ni siquiera les faciliten la información necesaria para que otros compradores aparezcan en escena.

Un actitud hostil que amedrenta a Bankia y el Consell pero que anima a las masas, ya que el valencianismo está posicionándose del lado de Amadeo Salvo aunque se podrá vislumbrar con el masivo llamamiento al campo de este viernes.

La Fundación Valencia CF, por su parte, se mantiene al margen pero parece no comulgar con las ideas de Amadeo Salvo, con quien Aurelio Martínez tiene sus diferencias profesionales que no personales.