La peor crisis del deporte valenciano en su historia

El Ros Casares ha sido el último de muchos en desaparecer de la élite

Nacho Ballester | 01 JUN. 2012 | 13:49

La desaparición del Ros Casares Valencia esta semana como club de elite del baloncesto fememino es una clara muestra del mal momento económico que se vive tanto en la sociedad, como en las sociedades/equipos deportivos. El Ros ha sido el último club de muchos que se han quedado sin patrocinador oficial y por ello no puede sustentarse en el máximo nivel.

En la Comunidad Valenciana hemos tenido, por desgracia, muchos casos de este tipo en la última década y en casi todos los deportes. Desde el balonmano hasta el baloncesto pasando por Fútbol Sala y Voleibol. Vamos a hacer un recuento de los equipos profesionales que no han podido sobrevivir a nivel económico y también de aquellos que están con el agua al cuello y van cambiando de patrocinador como pueden.

Empezamos por uno de los deportes más castigados en la capital de Valencia y alrededores: Balonmano. El Airtel Valencia fue la referencia del balonmano de la ciudad en su día hasta que se endeudó, descendió y ya no pudo mantenerse en el aspecto económico.

Tras abandonar Airtel en 2003/2004, el club logró llegar a un acuerdo con la empresa Vamasa para que patrocinara al equipo en su nueva etapa. El proyecto deportivo salió rana y el club descendió de categoría y además se quedó sin poder pagar la inscripción y finalmente desapareció por toda la deuda que venía acumulando. La falta de público masivo hace mucho daño cuando los patrocinadores no pueden dar más de sí.

En el lado femenino también tuvimos que lamentar la desapareción del Amadeo Tortajada de Mislata en 2009. Tras fundarse en 1975, el equipo ha cambiado muchas veces de patrocinador pasando a llamarse Constructora Estellés, Valencia Urbana, Ferrobús Mislata y Cementos La Unión Ribarroja.

El equipo tocó el cielo a mediados de la última década cuando vivió su época más gloriosa conquistando dos ligas seguidas, una Copa de la Reina y una Supercopa de España. El fundador del club, Gregorio García, lamentó su desapareción y argumentó la falta de medios: "Después de 30 años lo dejo porque ya no hay medios para seguir. Ahora me toca reflexionar y descansar".

Pasamos al fútbol sala, donde la cosa no ha sido muy positiva y pinta mal de cara a los próximos años. El famoso Vijusa Valencia tampoco está ya en la élite (ahora mismo compite como Valencia Fútbol Sala en la Nacional B). Vijusa dejó de patrocinar a finales de 2004 y el club empeoró hasta que entró Armiñana como máximo sponsor y se recuperaron económicamente.

A causa de la grave crisis económica el patrocinador y presidente del equipo, Juan Armiñana, retiró su patrocinio y el equipo pasó de la élite a la Liga Provincial de Valencia, aunque manteniendo la plaza correspondiente de División Nacional "A" para el siguiente curso. Un caos.

También cabe destacar los problemas económicos por los que está pasando el UPV Maristas. El equipo valenciano necesita año tras años de las subvenciones del ayuntamiento y este cada vez da menos. Su superviviencia depende del Politécnico.

Cerramos el artículo comentando también el mal momento que están pasando también en el Waterpolo y en el Voleibol. Esperemos, por el bien de todos, que las gestiones se hagan mejor en los próximos años y que la crisis nos de un respiro.