Diego Costa, tiro por la culata

El Rayo Vallecano visitará este domingo el Ciutat con Diego Costa como estrella. Curiosamente, un jugador que estuvo en la órbita del Levante el pasado verano y que volvió a rondarlo en enero. Un error en la cara del club y en especial en la de Manolo Salvador, que tuvo muchas dudas sobre su fichaje y que terminó desestimándolo.

A toro pasado, no hay duda de que los granotas se equivocaron. La plaza de extracomunitario que Wellington dejó libre ha sido para Botelho, una profunda decepción desde que aterrizó en el Ciutat y para el que se pronostica una larga estancia en el banquillo tras haber desaprovechado todas las oportunidades que su mentor, Juan Ignacio Martínez, le ha dado a veces hasta gratuitamente a ojos de sus propios compañeros. Mientras que Costa se ha destapado como clave en el Rayo, Botelho está pasando con más pena que gloria.

No hay rastro para Costa de los problemas físicos que echaban para atrás a los levantinistas y en especial al director deportivo, al que le pasaron informes según los cuales no podría competir hasta marzo tras sufrir una lesión de ligamento cruzado a principios de la pretemporada. El propio jugador, sin embargo, asegura ahora que no habría abandonado el Atlético de Madrid si no era para rendir en otro sitio. "Estoy perfectamente para competir", asegura.

Mañana, en el campo, sin duda puede ser una pesadilla para más de uno si hace un buen partido. Juan Ignacio lo tuvo a sus órdenes en el Albacete y sabe tanto de sus peculiaridades, sobre todo de su lado díscolo, como de su peligro en el área. Respecto a lo primero, curiosamente, aún se recuerda su pelea con el guardameta Jonathan en Orriols.