12 meses que cambiaron la perspectiva del Valencia

El Valencia lleva varios años inmerso en un camino de espinas, desde 2019-20 el equipo se ha caído en innumerables ocasiones justo cuando parecía que volvía a arrancar. El problema de base es estructural y sobre todo enfocado en la pasividad de un máximo accionista que se conforma con equilibrar balances pero que ha dejado de lado al valenciaismo.

Aquella visita a Villarreal de diciembre de 2022 marcó el comienzo de una crisis deportiva sin precedentes en las últimas décadas, el equipo coqueteó con el descenso y se salvó por muy poco.Gattuso tardó poco tiempo en salir y jugadores como Cavani parecen parte de un pasado que nunca sucedió. Meses de disputas en lo social, miedo en la grada y hay que reconocerlo, lástima por ver al Valencia pasearse por los campos españoles sin nada que ofrecer.

Obviamente cambió la perspectiva de la mayoría, incluso la de una propiedad que admite sin rubor que el objetivo valencianista pasa por no descender. En las manos y el trabajo de Baraja y la Plantilla está que poco a poco se pueda ir olvidando esta pesadilla deportiva. En cuanto a la gestión y la cuestión accionarial queda mucho por recorrer y realidades que asumir; la solución no es sencilla.