El pequeño detalle que se nos olvida siempre en la venta del Valencia: el comprador

Para que Peter Lim venda el Valencia se deben dar dos cosas. La primera es que él quiera venderlo de verdad, algo que no ha ocurrido hasta ahora y que veremos cuando pasa, y la segunda, que haya un comprador. Cuando hacemos disertaciones y brillantes ensayos sobre este asunto, damos mil razones correctas y plausibles sobre el motivo de que venda su parte del club.

Pero siempre nos quedamos a medias, porque como dice Revólver, sin vosotros no hay cantante ni canción, es decir, sin un señor que venga y los ponga, de aquí Meriton no se va ni con agua caliente. Ya empiezo a escuchar a gente sensata referirse a este tema, que ya era hora, y pidiendo tener más suerte que con Lim, que es algo con lo que estoy de acuerdo.

Pero antes de juzgar al mirlo blanco que nos toque, lo que procede es encontrarlo, que es un tema delicado, y segundo que entienda qué es y cómo es Valencia, que lo veo aún más delicado que lo primero. Se ha abierto la veda de decir muchas burradas respecto a la venta de la SAD, y no pienso colaborar en ello, que ya veo a mucho actor metido en el papel.

Eso sí, seamos serios, porque esto no son los años 90, y aquí a la gente no se le puede engañar con películas de serie B, que el acceso a la información es universal, que la globalidad hace que el mundo sea muy distinto, y llegar donde antes parecía imposible ahora es el pan nuestro de cada día. En español, en inglés o en francés, da exactamente los mismo.