El valencianismo en el agujero negro y cada vez con menos esperanza

El entorno quiere acogerse a un milagro y Baraja empieza a tener dudas, la realidad es que es complicado pensar en que se producirá una reacción tras lo visto en los últimos meses

Jose Hernández | 12 ABR. 2023 | 08:00
José Luis Gayà

La esperanza no debe perderse, Baraja sigue confiando en sus jugadores pero los futbolistas están completamente atenazados. Hay algo que más que ausencia de calidad, no es normal que en cada encuentro se produzcan tantos errores en las áreas y que el equipo no se recupere de los golpes. En Almería estas dos cuestiones fueron palpables, primero regalando dos goles muy evitables y más tarde siendo incapaz de generar acciones de peligro en la última media hora de partido a pesar de que el encuentro se había puesto cuesta abajo.

No vale la pena incidir en la falta de calidad ni tampoco buscar en el factor mental la excusa que sirva de comodín. Ya se han vivido demasiadas situaciones adversas durante la temporada y la moneda muy pocas veces ha caído de cara. El Valencia sacó adelante los partidos ante Osasuna y la Real, pero no nos engañemos, lo hizo por la mínima y sufriendo lo indecible. Bajo estas premisas hay que acogerse a un vuelco en la tabla que permita salir del descenso, pero sin querer caer en el pesimismo absoluto, la verdad es que el equipo no ofrece argumentos para pensar que las cosas van a cambiar.

Ni lo apretado de la tabla ni el hecho de que todavía resten duelos directos son aspectos para creer en el milagro, el Valencia ya ha perdido demasiados puntos y aunque se tenga fe en Baraja, el nuevo técnico tampoco tiene una varita mágica para salir del agujero negro. Tiempos dramáticos para el valencianismo y una Liga que se va terminando sin que se produzca la esperada reacción.