La guerra entre valencianistas o cómo perder el tiempo entre todos

El valencianismo está en guerra, se encuentra dividido, como casi siempre, aunque es cierto que el entorno es feo, muy feo, quizá más que nunca en la historia. Las posturas, algunas, se han radicalizado, y hasta tales puntos que hacen que el ambiente sea irrespirable. Sí es cierto que un porcentaje alto de esa tensión ocurre en las redes, que gracias a Dios tiene que ver muy poco con la vida real.

Pero es obvio que en el mundo en el que vivimos, esas redes, son una parte muy importante de nuestro día a día. Hay un sector que se ha hecho extremista de una postura, otro que ha hecho lo propio pero en contra, y después estamos una inmensa mayoría silenciosa que osamos aspirar a ver a nuestro equipo, alegrarnos por las cosas buenas… una locura, no cabe duda.

Y no se entiende como compatible que seas consciente de cómo estamos, de cómo está el club, de qué significa Peter Lim o Meriton, y que quieras seguir siendo del Valencia por encima de todo. Porque estamos llegando al punto de insultar a los fichajes, o de decir de todo a aquellos que fueron a Mestalla para verlos el viernes pasado.

Y eso, que es lo que no se entiende por parte de los más obstinados, hace que nos terminemos enfrentando. Porque a mí me parece perfecto que cada uno viva esto como le dé la gana, faltaría más. Pero, cada vez menos, hay mucha gente que no traga con que le digan lo que debe hacer, pensar o decir. Si no somos capaces de poner freno a esta peligrosa espiral, Lim un día se marchará, pero el club que vamos a dejar no nos va a gustar en absoluto.