Hablar de fútbol en el entorno del Valencia, esa costumbre perdida

¿Nos ha dejado de gustar el hablar de fútbol en el Valencia? Es una pregunta que vengo haciendo ya tiempo, no es nueva, aunque las cosas que van pasando me van respondiendo sin necesidad de hablar con nadie. Cada día le hacemos menos caso a la pelota, que en lugar de ser un fin en sí misma ha pasado a ser una excusa par decir algo en los días de partido y poco más.

No debatimos sobre quién debe ser titular o debe ser suplente, o si el estilo del equipo ha de ser uno u otro. En los últimos 3 años, tan solo durante unos días, los previos a la final de la Copa del Rey de La Cartuja, dio la sensación de que el juego era de nuevo protagonista. Pero tras la derrota, todo volvió a su “estado normal” de estos tiempos tan convulsos.

“Nos faltan ganas de hablar de fútbol”, le he escudado de forma sentida a algún buen amigo futbolero por encima de todo, y esto ha sido lo que más preocupado me ha dejado, y lo que más debería estar presente en las oficinas del Valencia, porque a ese estado de desidia en ese sentido se ha llegado por una serie de cosas muy concretas que se explican poco menos que todos los días.

Cada cosa que pasa es sólo un pretexto más para discutir por otra cuestión, da igual cuál, y de paso sacudir a la propiedad, que está claro que hace miles de cosas mal todos los días, pero eso tampoco nos debe alejar tanto de nuestra pasión, que al final es eso, pasión, y que no entiende de circunstancias puntuales o coyunturales. No le veo mucho cambio al año que estamos empezando, esa es la verdad, aunque sí que me gustaría que todos, al menos de vez en cuando, habláramos un poco más de fútbol, porque aunque no seamos conscientes, es algo que necesitamos en nuestras vidas. Y mucho más si el tema es el Valencia.