Que en Valencia matemos a Gattuso es absurdo

Nadie quería a Bordalás fuera, pero el italiano no tiene la culpa y es quien nos tiene que guiar en un año que va a ser muy duro

Toni Hernández | 13 JUN. 2022 | 00:05
Gennaro Gattuso

Quien se mete ahora mismo con Gattuso, se mete con el Valencia. Si alguien se enfada o se ofende, pues ya lo siento, pero es que resulta que este señor es el entrenador de mi equipo, y aunque me parece despreciable cómo se ha tratado y despedido a Bordalás, lo cierto es que el italiano es quien nos puede llevar a buen puerto, y el alicantino ya no. Por mucho que se hubiera ganado seguir un curso más, el que tenía firmado.

La campaña contra Gattuso, nacida en base al odio a Lim, no tiene sentido, porque estamos zurrando a un tipo que no tiene la culpa de nada, que no manda en nada, y que lo que ha hecho ha sido aceptar la oferta de trabajo de un gran club en el que va a tener una presión de locos y unos mimbres, digamos justos. Sin haber digerido un solo entrenamiento, le hemos llamado racista, le hemos dicho que tiene una enfermedad, que no tiene nivel, que es un esclavo de Mendes y no sé cuántas burradas más.

Y todo eso puedo entender que se lance a Lim, pero no a ningún profesional que se pinga la camiseta del Valencia o que defienda su escudo. Es que ninguna manera, y no es la primera vez que pasa, dicho sea de paso. La parte por el todo siempre es algo peligroso, y aquí el enemigo está en Singapur, en ninguna otra parte. Ni podemos insultar al entrenador, ni a los jugadores que renuevan o vengan, o incluso a los empleados del Valencia, que son otro blanco fácil con la historia demagógica de la dignidad.

Porque por supuesto, nosotros le plantamos cara a nuestro jefe y nos jugamos el pan de nuestra familia cuando pensamos que no tiene razón o nos dice algo que tenemos que hacer algo que no tiene sentido. Valientes cobardes algunos, lo digo de verdad. Bordalás sería mi entrenador del Valencia 22/23, lo he dicho mil veces y lo voy a mantener siempre. Pero mi entrenador 22/23 será Gattuso, y con él voy a muerte. Que cada uno haga lo que le dé la gana, pero que me deje a mí hacer exactamente lo mismo.