Bordalás ha conseguido que en el Valencia hablemos de fútbol, aunque no guste

José Bordalás ha conseguido un milagro en el Valencia... pero no le hacemos caso. El técnico alicantino ha hecho que podamos tener debates sobre fútbol, sobre lo que ocurre con el balón en el verde, aunque sea a cuenta de nuestras carencias o las deficiencias que pueda tener la plantilla. Pero el cambio, aunque se obvie por otros intereses, es importante, y lo vemos en cada partido y en cada comparecencia pública del entrenador. Habla de lo que pasa, sin tapujos, sin miedos, con la verdad por delante y yendo siempre de cara, algo que se echaba mucho de menos.

Está claro que nos van más otras cosas, que no queremos disfrutar del viaje en un proyecto que tiene cara y ojos, pero que tenemos el riesgo de que salga bien, y eso no va a gustar. Y lo siento mucho por el que se enfade, pero así es como lo veo yo, y eso no me ciega para pensar en que Meriton y Peter Lim son los culpables de que hayamos dado mil pasos atrás y estemos como estamos. Pero al mismo tiempo veo lo que hace el entrenador, lo que intenta, cómo lo trabaja y cómo pelea con los suyos, y no puedo dejar de pensar en que sería maravilloso que le saliera bien. 

Podemos hacer debates sobre lo que pasa en la portería, el lateral derecho titular, el doble lateral, la pareja de centrales, cómo solucionar el problema del centro del campo, las bandas, el futuro de Yunus, el papel de Soler y Gayà, la posición de Guedes, Marcos André o Maxi Gómez, la gestión de los jugadores de la cantera... Pero todo eso es fútbol, y ahora mismo no parece interesar tanto, porque el relato es otro, y ese no contempla que algo pueda salir bien. Y mucho menos esto.