El plan de Bordalás vuelve a hacer aguas y los fichajes no llegan

Lo que ocurrió con Hernández Hernández en la noche de ayer fue demasiado evidente, el penalti en contra señalado no tiene justificación y el técnico del Valencia cargó contra el VAR con toda la razón. A partir de ahí lo importante es pensar en el futuro y analizar las razones de que el Valencia no funcione. Porque a pesar de que se encadenó una buena racha de resultados el Valencia no ha sido capaz de firmar ningún partido redondo y las victorias han llegado más por "fogonazos" que en respuesta a un plan establecido.

Y en todo ello Bordalás tiene su parte de culpa, por supuesto. El técnico no se ha escondido en ningún momento y es el primero que está trabajando para poner fin a los problemas, pero lamentablemente no consigue encontrar la tecla y el equipo da un paso adelante y dos hacia atrás. Pero el fondo de est situación es estructural, la plantilla actual no da para más y en cuando las bajas aparecen encontrar alternativas se vuelve una misión de riesgo.

Si a todo ello unimos la repetición de errores muy evitables el resultado son catástrofes como la de ayer. El Valencia no tuvo la culpa de sufrir un arbitraje casero y condicionado por las presiones de la semana, pero sí fue responsable de firmar una segunda mitad de equipo pequeño y atenazado por el escenario. Los jugadores lo ponen todo de su parte, lo intentan pero hace falta mucho oficio. Y a falta de calidad solo varios fichajes podrían ayudar a que el equipo consiga aspirar a Europa. Es duro reconocerlo, sobre todo porque hace solo unas semanas la ilusión se apoderó del entorno, pero más por militancia y ganas de ver al equipo arriba que por verdaderos argumentos futbolísticos. Lo de anoche en el Bernabéu sí que fue todo un baño de realidad en todos los sentidos.