La doble moral en el entorno: un vicio asqueroso

Las mismas cosas, en función de quién las haga, están bien o mal, y eso es algo con lo que se debe acabar por pura higiene mental

Toni Hernández | 30 DIC. 2021 | 08:30
Mestalla

Cuando el Valencia filtra una noticia es que algunos medios de comunicación son unos mamadores. Cuando lo hace Sandra Gómez, o alguien del Ayuntamiento, es un gran trabajo de investigación periodística. Cuando se dice que Jorge Mendes tiene buenos jugadores es que estás a sueldo de Gestitufe, pero cuando cuando hablas de Leaderbrock, la empresa de Héctor Peris y que lleva a Ferran, es que son gente muy TOP que tiene grandes jugadores en todas partes. La misma situación pero con distinta catadura moral. Y el problema es que hay gente del entorno que sigue comprando este discurso.

Este negocio ha funcionado, y funciona, así. Lo que no podemos hacer es consentir a los guardianes de la moral, por muy alto que griten, que dicten lo que está bien y lo que está mal, porque han llegado a crear un estado tensión que les debería caer la cara de vergüenza. Y con ello han alimentado más aún lo que vive el aficionado, que es congoja y enfado a partes iguales. Pero que tiene derecho a saber la verdad, toda la verdad, no sólo la parte que a uno le pueda venir para sus intereses personales. Porque da entre risa y pena cuando lo ves con un poco de distancia.

Aquí no hay buenos ni malos, a ver si nos enteramos un día de estos. Puedes ser un activista en lugar de periodista, eso es lícito, pero cuando te conviertes en el portavoz de determinados sectores, que todo lo hacen bien y siempre mean colonia, tus críticas hacia nadie valen lo mismo que un trozo de papel tirado a la papelera. Y ya te puedes poner a patalear. Hay que hablar más claro, todos, y consentir menos comportamientos infantiles que no aportan más que chutes de ego a quienes los protagonizan. Al Valencia, absolutamente nada.