No podemos discutir la posición de Carlos Soler

Si no hace partidos espectaculares, con goles y asistencias, parece que su aportación al equipo no es la misma y siempre pasa por dónde juega

Toni Hernández | 25 OCT. 2021 | 07:00
Carlos Soler

En el entorno del Valencia no podemos discutir de forma permanente por la posición de Carlos Soler. Es algo que viene ocurriendo desde 2017, ya demasiado tiempo, cuando Marcelino lo adaptó a sus sistema haciendo que jugara pegado a banda. Desde entonces. Ha terminado jugando de todo, incluso en banda izquierda varios partidos con Celades de entrenador. Con Voro, igual que ocurrió cuando subió al primer equipo, volvió a ser ese interior con recorrido, con visión de juego, con llegada, con gol y con solidaridad defensiva.

Y sobre eso empezó a construir su rol en el Valencia actual José Bordalás. Que haya partidos en los que la situación obligue a jugar de otra forma, o el técnico alicantino piense que lo mejor es hacer otra cosa, que luego saldrá bien y diremos que es un genio, o saldrá mal y diremos que es un pebrera, es otra cosa completamente distinta. Pero eso no puede ir siempre en la mochila de Soler. Su primera parte en Barcelona fue discreta. Eran sus primeros minutos después de la lesión, y estaba buscando su sitio en el campo, como es normal y le pasa a todos los jugadores del mundo que tienen trances como ese.

En la segunda, cuando empezó a asociarse con Guedes, es cuando se vio la mejor versión de Soler, que todos sabemos puede ser aún más brillante. Después Bordalás decidió ir con dos delanteros centros y mandar al luso a una banda y al “chino” a la otra, y todo se diluyó como un azucarillo. ¿Por la posición de Soler? Pues, que eso es una explicación demasiado simple. Dejemos que el chico juegue, dejemos que el entrenador piense, y simplemente analicemos las cosas que pasan, no las que queramos que pasen o las que imaginamos que deben pasar, que es algo muy distinto.