El objetivo del Valencia de Bordalás no puede cambiar

El objetivo del Valencia de José Bordalás era competir como animales en cada partido sin pensar más allá del encuentro que se tiene que jugar cada vez. Lo venimos diciendo desde que el técnico alicantino llegó, y eso no ha cambiado ni tampoco puede cambiar. Que la ilusión se haya desbordado por los cuatros costados, y más pensando que el siguiente rival es el Madrid en Mestalla, es algo que tampoco se debe frenar, porque el aficionado tiene derecho a eso y a más después de dos años sufriendo lo que no está en los escritos.

Pero el entorno, la opinión pública, aunque es tentador el hecho de dejarse llevar, es quien más tiene que tener los pies en el suelo. Y es que al final, queremos o no, son los medios los que dictamos los temas de los que se habla, y si empezamos con el discurso de Champions League o fracaso, nos estamos equivocando. Eso ya pasó hace 4 años, cuando Marcelino hizo una enorme primera vuelta y se llegó incluso a pedir que se ganara la Liga, algo que quedaba muy lejos de las opciones reales del equipo.

No podemos olvidar que, sobre el papel al menos, hay varios equipos que están por encima de nosotros. ¿Eso significa que no podamos quedar por delante? Esto es fútbol, algo maravilloso e impredecible, pero si pasan ese tipo de cosas es al final, no en el mes de septiembre. Tenemos que seguir marcando el camino de competir, de centrarnos en el partido que nos toca jugar y por el que hay que matar por ganar, y nada más. ¿El Madrid? Pues el Madrid, como antes lo fue Osasuna o el Alavés. Esto está en nuestras manos, en las de nadie más, y eso, desde luego, no es cortar la ilusión de nadie, sino todo lo contrario.