El golpe de efecto de Bordalás como entrenador del Valencia

Sacó un once titular que nadie esperaba, hizo unos cambios que descolocaron a todo el mundo, y ganó el partido con una autoridad aplastante

Toni Hernández | 13 SEPT. 2021 | 09:00
José Bordalás

El golpe de efecto de José Bordalás como entrenador del Valencia en el partido contra Osasuna es de los que podemos recordar dentro de un tiempo. Todos dábamos por hechos que iban a haber rotaciones a troche y moche, porque muchos de los titulares habían estado con sus selecciones nacionales, y quizá por ello el once que todos barruntábamos no se pareció nada al que finalmente salió. Y es verdad que los primeros diez minutos íbamos con la baraja puesta, y que eso nos costó el 1-0 después de que nos perdonaran un penalti.

Pero cuando se cree en lo que se hace, cuando hay una confianza total y absoluto en un grupo, cuando incluso tienes un plan b para poder rematar los encuentros o cambiarlos en caso de ser necesario, te terminas reponiendo también de esos golpes. Y después se lesiona Cheryshev, justo antes del descanso, das paso a Foulquier, y en el arranque de la segunda parte dejas a Gayà en el vestuario, por muchas cosas, y das paso a Hugo Duro, que nadie esperaba por ahí. Y ganas el equipo con suficiencia, con unos primeros minutos del segundo acto verdaderamente aplastantes.

Dando paso a jugadores que quieres ver, intentado dosificar algunos esfuerzos, y sobre todo, dejándonos a todos con esa sensación de no saber a qué atenernos con el técnico alicantino… que es lo mismo que le tiene que pasar al técnico del equipo contrario ese turno. Lo de Pamplona es un golpe de efecto en toda regla, un subidón para todo lo que viene ahora, y un refuerzo de autoestima absolutamente brutal para un grupo que lo necesitaba como el agua para respirar.