Echar a Javi Gracia no arregla el Valencia, pero él no es la solución

El Valencia debe cesar a Javi Gracia como entrenador del equipo. Esto es algo sujeto a las reglas del fútbol, y que es obvio que debería ocurrir en las próximas horas. Es más, ya debería haberse producido. Que el técnico navarro no es el problema es también evidente, pero ha quedado muy claro, por desgracia, que está muy lejos de ser tampoco la solución. Discurso e ideas agotadas, y ante eso, el tópico de este deporte, que tan poco me gusta personalmente, entra en escena de forma rotunda.

Este equipo necesita algo nuevo, algo distinto, algo que le agite un poco, que cambie las cosas aunque sea sólo unos pocos partidos. Y no, no estoy hablando en absoluto de Voro, que meter ahora al de Alcudia sería gastarle una judiada que no se merece. El Valencia necesita un entrenador que el vestuario lo ponga patas arriba, que devuelva la autoestima al grupo, que ponga las pilas a algunos, y que tenga muy claro lo que hay ahora mismo en juego para esta entidad.

Jugar a los nombres es tentador, aunque no es algo que me guste demasiado. Es posible que Quique Sánchez Flores, por todo, fuera el más adecuado, y mira que no he sido nunca muy suyo. Pero eso ahora es secundario. Lo cierto es que Gracia no puede ser el que siga dirigiendo a este equipo. Y no podemos esperar que sigan fallando los que llevamos detrás para darnos cuenta cuando a lo mejor sea ya demasiado tarde. La inacción de Meriton no se puede prorrogar ni un día más, porque el Valencia no puede esperar más.