¿Juventud para paliar la falta de fútbol? No es suficiente

Opinión/ El Valencia es un equipo muy joven y con demasiados problemas, es fácil caer en el conformismo pero no debería ser el camino

Jose Hernández | 30 NOV. 2020 | 07:53
Guedes

El pasado sábado el Valencia luchó hasta donde le llegó ante el Atlético, los de Simeone jugaron a medio gas y pensando en el decisivo choque de Champions ante el Bayern. La triste realidad es que en cuanto los colchoneros apretaron con los cambios el Valencia fue poco menos que un juguete roto que terminó cediendo tras una jugada de mala suerte. Pero sería engañarse si pensamos que el equipo de Gracia perdió por falta de fortuna, aunque no dispusieron de demasiadas ocasiones los visitantes pudieron adelantarse antes y desde luego, el Valencia no tuvo opción de ganar en ningún momento. A muchos les bastó que el equipo pusiera garra y ganas, incluso ensalzaron al Valencia por hacer algo que se presupone a nivel profesional: darlo todo.

La plantilla es la que es, el club está pasando un delicado momento y se ha tenido que tirar mano de los jóvenes. Aunque desde cierto sector se quiera vender que la afición es demasiado exigente con los jugadores, la realidad indica que hay poco de eso. Muchos se conforman con ver tanta "savia nueva" y esperar a que las promesas maduren, pero se olvidan de que los resultados están siendo muy negativos, la falta de fútbol es evidente y la propuesta desde el banquillo muy pobre. Gracia no es el culpable principal pero obviamente tiene su parte de responsabilidad; en un contexto normal el entrenador estaría muy cuestionado.

Por supuesto, no sería justo cargar las tintas con el técnico navarro ahora. Pero tampoco parece demasiado razonable darse por satisfechos tras actuaciones como las del pasado sábado, el Valencia se mostró como un equipo muy pequeño y poco competitivo ante el Atlético. No hay plantilla para luchar por la Champions y probablemente tampoco para estar en Europa, pero es muy difícil comprar el discurso que defiende el hecho de que este Valencia debería asegurar y casi celebrar la permanencia. Tampoco se puede estar permanentemente alabando y ensalzando a los jóvenes de manera paternalista (en el término medio está la virtud), ni les ayuda a ellos a crecer ni al Valencia a progresar en la tabla.

El entrenador se está aprovechando del clima de crispación y de que los dardos vayan permanentemente a otro lado. Y mientras tanto nos olvidamos del mal papel de Guedes, Gameiro y otros jugadores con peso que deberían dar mucho más. Hay que tener perspectiva, admitir la situación del club (por negligencia y despotismo de sus dirigentes) y pedir responsabilidades. Pero seguir por la vía del conformismo y celebrar derrotas por el mero hecho de que los jugadores luchen está muy alejado del espíritu que siempre tuvo el Valencia CF. El equipo está cargado de jóvenes y tiene un entrenador que nunca dirigió en un club de estas características, es momento de crecer y elevar un punto la exigencia.