Los jardines y charcos de Anil Murthy, presidente del Valencia

Es complicado meterse en más líos y enfadar a más gente, pero lo peor de todo es que esta actitud no parece tener fin, y eso es muy delicado

Toni Hernández | 25 NOV. 2020 | 08:30
Anil Murthy

Me hace gracia cuando me dice alguno que soy defensor de Anil Murthy, el presidente del Valencia. Y digo que me hace gracia porque si yo he sido defensor de alguien ha sido de Peter Lim. Porque un tipo que invirtió 200 millones de euros en el Valencia, aunque una parte fuera con créditos que se deben devolver, me merece respeto. Y luego puedo estar de acuerdo o no con sus decisiones, que eso es otro tema. Y que van muy en función de los resultados, que también lo hemos dicho muchas veces en estos 6 años.

Pero hablemos de Murthy, porque sigo sin entender lo que pretende con esta política de enfrentamiento que intenta apagar con gasolina cada semana. La provocación permanente a sus propios aficionados es algo que no se sostiene, y que él mismo tendría que ver. Puedes tomar buenas o malas decisiones, incluso podemos juzgar si han salido bien o mal, pero cuando buscas las cosquillas tu propia gente, eso es un terreno muy delicado. Y es que encima tienes argumentos para poder explicar ciertas actuaciones, pero te enfrascas en buscar guerras fantasmas y ahí te pierdes.

El valencianismo está cabreado y grita al que manda. ¿Porque es de Singapur? Paco Roig es de Poble Nou, y le dijeron más que a un perro, por citar un ejemplo. No te puedes meter en esos charcos, hablar de vestuarios tóxicos, decir que has elegido tú a los canteranos que iban con el primer equipo, que hay uno minoría de gente en contra… cuando repito, tienes argumentos para poder hacerte entender. Un presidente de ese perfil es una caja de bombas, que con Mestalla lleno, no se podría soportar. Señor Murthy, escuche, por favor, aunque sólo sea una vez.