El día que Javi Gracia decidió volver a ser entrenador del Valencia

Qué complicados han tenido que ser para Javi Gracia sus primeros 3 meses como entrenador del Valencia. Uno, que ya va siendo veterano, se piensa que lo ha visto todo hasta que se topa de frente con el día a día. Puede que el sueño de la vida del técnico navarro fuera entrenar a un equipo como el Valencia, y cuando lo consigue, todo lo que se encuentra son problemas. Y es más que posible que haya llegado un punto en que le hayan sobrepasado, que se haya sentido superado por todo.

Y su agente, Rodri, tampoco le hizo bien cuando le impulsó a tirar un órgano al club del que sabía que no podía salir vencedor. Esas semanas de depresión, más o menos entendibles, fueran malas, muy malas. Para él, para el equipo y para todos. Pero toda situación, para bien o para mal, tiene siempre un punto de inflexión. Quizá fue lo ocurrido en el duelo de Elche, donde el planteamiento fue timorato, y la primera parte una absoluta vergüenza por parte de todos. La segunda cambió, y aunque no se sacó nada, había motivos para pensar en positivo.

Desde ese momento, el equipo ha crecido y Javi Gracia con él. Está claro que los resultados siempre resaltan o afean un trabajo, pero desde que ha decidido ser de nuevo el entrenador de este equipo, y se ha visto respaldado por el vestuario, todo ha cambiado de nuevo… y para bien, que ya era hora. El día que volvió, que tampoco es que sea uno en concreto, la temporada del Valencia dio un giro que veremos dónde los termina llevando.