Javi Gracia, el Valencia, con todo, no espera a nadie

Javi Gracia tiene una charla larga y entretenida sobre el Valencia. No hablo de una entrevista, que eso es posible que también. Digo un café con calma, sin prisa, y sin miedos. Pero con un interlocutor válido, que no sólo escuche, sino que también intervenga. No conozco a Gracia como para juzgarle más allá de lo que veo en el campo en cada partido. No sé cómo trabaja la semana, cómo trata al futbolista cuando no hay focos, cómo se siente en el contexto que al final le ha tocado vivir.

Pero aun sin eso, tengo claro que perfiles como el suyo pasan su carrera en los banquillos esperando tener esta oportunidad, y muchos de ellos ven cómo caen los años, se acaban, y nunca llega. Si le mintieron en verano es despreciable, ni un paño caliente, pero con eso ya claro, y sin que te puedas ir, lo cierto es que el Valencia no espera a nadie. Nunca. O al menos así debería ser, que también tengo claro que no pasa siempre. Sus caras se analizan mucho, sus gestos lo mismo, y ahora empezamos a mirar sus planteamientos, sus cambios, sus decisiones.

En esa charla estoy seguro que cada situación tendría un razonamiento, y es más que posible que en alguno de ellos, simplemente, la explicación fuera “me he equivocado”. Pero Javi Gracia, con todo, debe tener claro dónde está, que es posible que con este contexto tan raro le cueste, porque Mestalla siempre vacío es otra historia complemente distinta. Eres buen entrenador, no tienes tan banda de equipo, y se le puede sacar partido a esta gente. Y tú puedes ganarte el cielo, personal y profesional, no lo olvides.