Los jugadores egoístas y los clubes de fútbol blandos

Que los futbolistas son egoístas por naturaleza no es nuevo, pero es que los equipos siempre han sido demasiado blandos para casi todo

Toni Hernández | 20 OCT. 2020 | 08:30
Kondogbia y Murthy

Un Valencia fuerte frente a cualquier futbolista caprichoso y egoísta que se pueda cruzar en el camino. Esto viene a cuenta de todo lo que ha pasado con Geoffrey Kondogbia, pero no tiene que ver estrictamente con él. Y es que una institución debe ser fuerte para poder soportar este tipo de envistes. Fuerte a todos los niveles, y dentro y fuera del propio club. Es decir, si en la entidad se tienen muy claras las cosas, eso se debe transmitir fuera, para que el entorno haga todavía más claro ese mensaje.

Con sus cosas, pongo como ejemplo al Athletic de Bilbao. Cuando Fernando Llorente se negó a firmar su renovación faltando un año para terminar su contrato, el club le dijo que a la grada, y su afición, de forma mayoritaria, respaldó aquella decisión. Y ellos no son un equipo que tenga muchos sitios donde elegir para firmar. Todo lo que ha pasado en el Valencia estos últimos meses no es normal. Puede responder a un plan, pero como nadie se digna a explicarlo, parece todo improvisación y jugar al PC Fútbol en modo principiante.

Si todo lo hecho se explica, se manda el mensaje de forma clara, estoy seguro que no llegamos a la situación de Kondogbia, aunque el Arsenal hubiera pagado la cláusula de Thomas igualmente el último día. Este asunto no nos queda más remedio que dejarlo pasar, que taparlo con tierra y que el jugador rinda, pero si no tenemos un club fuerte de verdad, si Peter Lim no se preocupa de tenerlo, esto simplemente habrá empezado, porque el proceso puede ser muy largo… y muy duro.