El análisis del desastre llamado Valencia 19/20 es mucho más complejo

Todo lo que podía salir mal ha salido peor, hay que tener claras las razones, los responsables, y desde luego, ponerlo soluciones inmediatas

Toni Hernández | 06 JUL. 2020 | 08:00
Gol encajado por el Valencia

El análisis de lo que va a ser un desastre de año del Valencia 19/20 tiene muchas aristas, y desde luego, no es tan sencillo que se plantea. No hay un punto concreto de inicio de todo, sino que hay diversos factores que van conduciendo a la situación en la que estamos ahora mismo. El verano, antes de los rumores de salida de Mateu y Marcelino primero, y su cese después, ya no era “limpio”. Había un poso de mal rollo generado el año anterior, no está claro el por qué, que tiene un punto de no retorno con las tensiones públicas entra la propiedad y el cuerpo técnico. El gran error aquí se llama Mateu Alemany, que jamás debió irse del Valencia, aunque él decidió sellar su futuro con el del técnico asturiano.

Marcelino buscó que lo echaran, y sigo diciendo que ha sido el mejor entrenador que se ha tenido, por todo, desde Benítez, pero no manejó la situación y creyó estar por encima del bien y del mal. Sale él y llega Celades. Como también he dicho muchas veces, no le hubiera elegido, ni tampoco lo habría considerado, pero no me parecía un torpe ni un mal entrenador. Y se ganó al vestuario, porque este equipo, en diciembre, estaba en octavos de Champions League y entre los 6 primeros de la Liga, con los 4 de delante no demasiado lejos. ¿Qué demonios pasó desde enero?

Porque eran los mismos. Eso de “se perdió la inercia”, 4 meses después, no se sostiene, pero viene bien al relato. Lo que ocurrió tras el parón es aún peor, pero se trata de una serie de hechos lamentables que sólo podían terminar mal. Nadie ha estado a la altura, en definitiva, de lo que se esperaba de él. Y nadie es nadie. Y por eso es posible que dentro de unos meses no quede nadie de los que estaban antes del parón por la crisis del COVID-19. Y nadie seguirá siendo nadie. El análisis de este año es muy complejo, y el desastre tiene muchos padres, aunque un gran responsable, el mismo que debe ser el encargado de arreglarlo todo: Peter Lim.