¿A quién le interesa siempre un Valencia en guerra?

Desde que tengo uso de razón estamos así, aunque es cierto que los bandos antes estaban más claros, y ahora hay un caos notable

Toni Hernández | 15 JUN. 2020 | 07:00
Mestalla

¿A quién demonios le puede interesar un Valencia siempre en guerra? Es una pregunta lógica, con sentido, que debería tener como respuesta inmediata “a nadie”. Pero eso sabemos que no es así, y que no lo es desde que tengo uso de razón. Empecé en esto del periodismo allá por el año 1994, con Paco Roig siendo presidente, y el entorno del club hecho ya un polvorín. No he visto mejora en más de un cuarto de siglo, más bien al contrario.

Hay quienes se unen de forma puntual porque tienen un enemigo común y coyuntural, pero una vez se termina con él, los bandos se vuelven a formar. Ha pasado con dirigentes, entrenadores, jugadores… Al entorno se le envenena, aunque sí es cierto que hoy en día es mucho más complicado de manejar que antes. Hay más medios, están las redes sociales, y nadie tiene la verdad absoluta, porque nadie controla al club. Y justo eso es lo que ahora hace que la guerra sea si cabe peor. Porque los bandos no están ni siquiera claros, como ha ocurrido siempre.

“Si Meriton no me da, voy a por ellos”. Esa era la forma de funcionar de los viejos tiempos, pero es que Meriton no le da a nadie a ese nivel. Y claro, enemigos de toda la vida se encuentran casi en el mismo bando, aunque eso tampoco lo pueden tolerar, porque han enfrentado a sus seguidores, y ahora no tendría un pase. ¿La conclusión? Como no tengo nada, lío siempre, que eso nunca viene mal. Cuando el balón no entra se recrudece todo, y cuando lo hace, a los cuarteles de invierno pero con el latiguillo de “no se puede ganar siempre”. Y con esa pescadilla que se destroza la cola vivimos siempre, en lugar de arrimar el hombro para hacer un club más grande. Soy un engañado de la vida, no hay otra explicación.