La "dictadura" de Meriton en el Valencia: vamos, como siempre, como en todos los clubes

Peter Lim debe ser el primer dueño/presidente del club que hace lo que quiere sin consultar a nadie, o contra la voluntad popular... seguro

Toni Hernández | 01 JUN. 2020 | 08:00
Celades y Murthy

Hablar de dictadura de Meriton en el Valencia, no tiene sentido. Y no lo tiene porque ahora va a resultar que Peter Lim es el primer presidente / dueño del club que hace lo que quiere y sin consultar a nadie. O incluso contra la voluntad popular del entorno. Lim, o Meriton, o los dos, hace cosas bien y cosas mal, como ha pasado siempre en el mundo del fñutbol, como ha sucedido siempre en el Valencia. Y quien me venga con la cantinela de que esto antes era "otra cosa, era de todos", tiene muy poca memoria, pero muy poca. Desde los tiempos de Arturo Tuzón, los primeros que yo conocí siendo consciente de lo que ocurría, hasta hoy. Pues claro que sí.

Don Arturo convirtió al Valencia en una SAD perniciosa, generando un mal que hemos pagado toda la vida. Y lo hizo sin consultar a nadie. Mi querido amigo Paco Roig, y lo de amigo lo digo con todo el cariño del mundo porque lo es, era un dechado de democracia... Pedro Cortés tenía una mano detrás que era Llorente, que apretaba, y aún así hacía también lo que él entendía mejor, y sus consejeros, los menos afines, se enteraban por la prensa. Con Jaume pasaba menos, pero es que Manolo mandaba mucho más, aunque el carisma de "bonico" arrasó con todo.

Juan Soler fue otro déspota mal aconsejado, y Llorente de presidente... nunca el Valencia ha pagado tantos finiquitos por empleados, nunca se ha echado a tanta genta a la calle, nunca se ha tirado al mejor entrenador de la historia o a mitos como Baraja y Marchena de un modo vergonzoso. Llorente sí era un tirano de verdad, y no esto. Y lo sé porque lo sufrí. Amadeo Salvo, con su carácter, se define por sí solo. Y Lim... Lim tiene una gran diferencia sobre todos los demás: es el dueño porque ha puesto la pasta. Pero en esencia, hace lo mismo que los demás, es decir, las cosas con su criterio.