Peter Lim, el Valencia y el Nuevo Mestalla: alguno tiene la cara más dura que el cemento puesto

Con este tema servidor se enciende, porque la demagogia barata y rastrera sale a borbotones, y los "olvidos" son de vergüenza

Toni Hernández | 12 MAY. 2020 | 08:00
Lim en Mestalla

Peter Lim, el Nuevo Mestalla, el Valencia, y los “olvidos” intencionados de mucha gente que pretende repartir culpas y carnets, en la misma medida y con el mismo derecho: ninguno. El futuro estadio es un “marrón”, por si alguien no lo sabía ya a estas alturas. Y lo llamo así porque hay que invertir más de 100 millones de euros para poderlo terminar, y hay que vender el actual estadio, por otros 140 millones más. Y es que hay que pagar las hipotecas de Bankia y quitarse ese lastre de encima de una vez. “Lim lo sabía cuando vino”. Sí, lo sabía, por supuesto, pero eso no quita para que el contexto de las cosas sea más o menos propicio para invertir. ¿O alguno daba por hecho, sabrá la razón, que el dueño ponía todo el dinero para terminar? ¿Está en algún contrato? Y no vayamos con el “se prometió”, porque eso sólo lo puede hacer quien lo paga.

Pero es que alguno tiene la cara más dura que el cemento que sigue en el Nuevo Mestalla. Soler y Soriano metieron la pata hasta el hígado. Primero porque no fueron muy inteligentes, que listos sí eran (más Soriano), pero la crisis de 2008 se los llevó por delante cuando realmente tenían un buen plan. Desde que se marcharon hasta que llegó Peter Lim pasaron 6 largos años. El Valencia vendió todo lo que podía vender y un poco más, y cerró la ampliación de capital que supuso la mayor “presunta” estafa de la historia del club. No se puso un puñetero ladrillo en el Nuevo Mestalla, ni uno. Recuerdo las palabras de Marchena cuando Llorente poco menos que lo echó del club: “si con el dinero que pagan por mí se pone una piedra del estadio, estaré satisfecho”. Pues Carlos, ni una, aunque eso ya lo sabes. Ahora vamos exigiendo cuentas, cuando el que más claro tiene que el campo es el futuro es el único que parece creer en el proyecto: Peter Lim.