Todos sabían lo que iba a pasar en el Valencia, pero en diciembre estaban mudos

Todo el mundo en Valencia sabía que el equipo se iba a venir abajo, que las bajas iban a ser crónicas, que los problemas se iban a multiplicar, y todo ello después de cantar mil y una alabanzas a los jugadores el pasado 15 de diciembre, hace menos de 3 meses, cuando se estaba a punto de ganar al Madrid en Mestalla. Aquel día se venía de vencer en el derbi al Levante y al Ajax en Amsterdam, y todo eran buenas palabras a la plantilla y al entrenador. Nadie ponía una sola pega, nadie hablaba de lo que podían suponer las bajas en el medio plazo. Nadie dudaba de nada. Eso sí, si ahora lees con atención, todos tenían clarísimo lo que iba a pasar después. Algo tremendo, sin duda.

Celades es novato hoy y lo era hace 3 meses. De hecho más. La plantilla es la que es hoy, y lo era entonces. Y nadie, salvo que Garay no se hubiera lesionado, habría firmado un central porque Paulista tuviera dos partidos de sanción en la Champions (aquella acción que no venía a cuento qué cara ha costado). Pero insisto, todos los sabían. Que Maxi se iba a romper el quinto meta del pie o que la rodilla de Rodrigo iba a dar mil problemas. Estaba claro, nítido, cristalino. Pero el 15 de marzo se lo callaban por no ir a contracorriente, ¿no? Meriton y Peter Lim han cometido mil errores. Dos mil. Cinco mil. Che, los que queráis. Pero eso es un tema y este es otro que no tiene absolutamente nada que ver.