A evitar un doloroso año de transición

Se ha llegado al momento clave del año, si el Valencia no gana los siguientes partidos el final de temporada se hará demasiado largo y tortuoso

Jose Hernández | 25 FEB. 2020 | 08:00
Valencia CF

No hay más oportunidades, el Valencia ha agotado todos sus comodines y se juega el ser o no ser en la campaña 2019-20. Demasiados errores, demasiadas lesiones, demasiados goles encajados y por supuesto demasiadas derrotas. En liga hay que sumar y hacerlo de tres en tres, tanto en casa como a domicilio. Es la única manera de no perder el tren de la Champions ya que esta campaña la lucha está más competida que la pasada temporada. Pero lo cierto es que la situación es muy preocupante ya que con la dinámica actual el Valencia incluso podría sufrir para clasificarse a la Europa League, alcanzar esta competición sería un mal menor y quedarse fuera de los torneos europeos una catástrofe.

La Champions es otra historia, Mestalla puede hacer su magia y lograr que se viva una noche para la historia, pero la lógica invita a pensar que las opciones son muy pequeñas. A día de hoy no es la prioridad ya que se perdió una gran oportunidad en Milán, era el momento de dar el salto y el equipo no lo aprovechó. La esperanza no se pierde pero es difícil ser optimista en Europa.El apoyo debe ser máximo en estos partidos, al igual que la exigencia. Sería muy doloroso vivir los dos últimos meses de la temporada sin alicientes, sería triste y muy grave. El valencianismo ya conoce esas situaciones y en esta ocasión la factura a pagar por los responsables alcanzaría un precio muy alto. Primero porque se cuenta con una plantilla con mucho más potencial que en 2015-16 y 2016-17, y en segundo lugar porque se venía de estar dos años consecutivos en la Champions y de ganar la copa. La ilusión por seguir creciendo era muy grande el pasado verano, y por ello en el hipotético caso de que el equipo se estrelle la decepción estaría más que justificada.

Celades tiene que encontrar soluciones deportivas a la crisis, y los jugadores deben ser conscientes del club que representan y la enorme responsabilidad que recae en ellos. Así ocurre en todos los equipos grandes, aquellos que no pueden permitirse ofrecer una imagen tan lamentable como la que se ha visto en los últimos partidos. La afición estará con ellos pero es el momento de dejar las disculpas y discursos a un lado y centrarse en sacar partidos adelante. El Valencia tiene la última oportunidad para evitar que 2019-20 se convierta en un desgraciado año de transición.