El Valencia genera una buena noticia ante la Real Sociedad: ha tocado fondo

El Valencia sólo podía pensar en ganar a la Real Sociedad más allá de las muchas bajas que se volvían a tener. No empezó mal el equipo, con las ideas claras y buscando la espalda al equipo local. Salió el equipo con 4-2-3-1, con Soler por detrás de Gameiro, algo que era toda una novedad. El tema físico iba a ser importante, porque los locales llevaban más de 10 días sin jugar y el Valencia venía de hacerlo el miércoles, y por eso se salía con una marcha más, intentando marcar primero. Pero de nuevo los problemas atrás pasaron factura, y Merino batía a Jaume con un remate solo dentro del área pequeña. El tanto, una vez más, dejaba tocado al equipo. Jaume hacía una enorme parada a Isak en el 16, y se empezaban a vislumbrar fantasmas. Mediada la primera parte el partido se había equilibrado más, pero el que perdía no llegaba al área contraria. En el 39 se estuvo a punto de igualar el encuentro con un remate de Ferran después de una buena jugada colectiva. Mangala se lesionaba en el 43, y el drama era ya algo de tintes indescriptibles, porque no había forma de pensar en nada. El galo aguantaba hasta el final de la primera parte. Pero en la última jugada, otro balón parado, fallos en las marcas y Monreal hacía el segundo. Imposible defender peor. Con 2-0 se iban los equipos a los vestuarios.

La segunda parte empezaba con el cambio de Mangala por Guillamón y el golazo de locos de Januzaj para matar el partido. Un cañón que no se podía parar. El partido quedaba anestesiado, con los locales buscando más y los visitantes intentando encontrarse a sí mismos. En el 63 se marchaba Soler y entraba Kang in Lee, buscando darle los minutos que no está teniendo este año. Los minutos pasaban y el partido moría, aunque desde ese tercer tanto no había de verdad nada en juego. El Valencia buscaba fantasmas y la Real guardaba fuerzas, porque tiene unas semanas duras y apasionantes. Sobrino entraba por Ferran en el 79, apurando los cambios sin más. El rival tuvo la deferencia de no buscar hacer más daño, porque delante no tenía rival. Con 3-0 terminaba el partido, y ahora viene lo complicado: plantarle cara a lo que viene.